El doctor Howard Gardner, director del Proyecto Zero y profesor de
psicología y ciencias de la educación en la Universidad de Harvard, ha
propuesto desde 1993 su teoría de las Inteligencias Múltiples. A
través de esta teoría el Dr Gardner llegó a la conclusión de que la
inteligencia no es algo innato y fijo que domina todas las destrezas y
habilidades de resolución de problemas que posee el ser humano, ha
establecido que la inteligencia está localizada en diferentes áreas
del cerebro, interconectadas entre sí y que pueden también trabajar en
forma individual, teniendo la propiedad de desarrollarse ampliamente
si encuentran un ambiente que ofrezca las condiciones necesarias para
ello.
Por primera vez, en 1993, Gardner señaló que existen siete
inteligencias. Estas son: la lingüística-verbal, la lógica-matemática,
la física-cinestésica, la espacial, la musical, la interpersonal y la
intrapersonal. Luego basándose en los estudios más recientes
establece que hay más inteligencias: la naturalista, la
espiritualista, la existencial, la digital y otras.
Los educadores que realizan proyectos educativos con las
Siete Inteligencias Múltiples han incorporado la inteligencia
naturalista como la octava de ellas.
Veamos cada una de ellas:
• La inteligencia lingüística-verbal: es la
capacidad de emplear de manera eficaz las palabras, manipulando la
estructura o sintaxis del lenguaje, la fonética, la semántica, y sus
dimensiones prácticas.
Está en los niños a los que les encanta redactar historias,
leer, jugar con rimas, trabalenguas y en los que aprenden con
facilidad otros idiomas.
• La inteligencia física-cinestésica: es la
habilidad para usar el propio cuerpo para expresar ideas y
sentimientos, y sus particularidades de coordinación, equilibrio,
destreza, fuerza, flexibilidad y velocidad, así como propioceptivas y
táctiles.
Se la aprecia en los niños que se destacan en actividades
deportivas, danza, expresión corporal y/o en trabajos de
construcciones utilizando diversos materiales concretos. También en
aquellos que son hábiles en la ejecución de instrumentos.
• La inteligencia lógica-matemática: es la
capacidad de manejar números, relaciones y patrones lógicos de manera
eficaz, así como otras funciones y abstracciones de este tipo.
Los niños que la han desarrollado analizan con facilidad
planteamientos y problemas. Se acercan a los cálculos numéricos,
estadísticas y presupuestos con entusiasmo.
• La inteligencia espacial: es la habilidad de
apreciar con certeza la imagen visual y espacial, de representarse
gráficamente las ideas, y de sensibilizar el color, la línea, la
forma, la figura, el espacio y sus interrelaciones.
Está en los niños que estudian mejor con gráficos, esquemas,
cuadros. Les gusta hacer mapas conceptuales y mentales. Entienden muy
bien planos y croquis.
• La inteligencia musical: es la capacidad de percibir, distinguir, transformar y expresar el ritmo, timbre y tono de los sonidos musicales.
Los niños que la evidencian se sienten atraídos por los
sonidos de la naturaleza y por todo tipo de melodías. Disfrutan
siguiendo el compás con el pie, golpeando o sacudiendo algún objeto
rítmicamente.
• La inteligencia interpersonal: es la
posibilidad de distinguir y percibir los estados emocionales y signos
interpersonales de los demás, y responder de manera efectiva a dichas
acciones de forma práctica.
La tienen los niños que disfrutan trabajando en grupo, que son
convincentes en sus negociaciones con pares y mayores, que entienden
al compañero.
• La inteligencia intrapersonal: es la
habilidad de la autoinstrospección, y de actuar consecuentemente sobre
la base de este conocimiento, de tener una autoimagen acertada, y
capacidad de autodisciplina, comprensión y amor propio.
La evidencian los niños que son reflexivos, de razonamiento acertado y suelen ser consejeros de sus pares.
• La inteligencia naturalista: es la capacidad
de distinguir, clasificar y utilizar elementos del medio ambiente,
objetos, animales o plantas. Tanto del ambiente urbano como suburbano o
rural. Incluye las habilidades de observación, experimentación,
reflexión y cuestionamiento de nuestro entorno.
Se da en los niños que aman los animales, las plantas; que
reconocen y les gusta investigar características del mundo natural y
del hecho por el hombre.
Cuanta posibilidad intelectual, y cuanta capacidad de
desarrollo poseemos, sin embargo, cuando analizamos los programas de
enseñanza que se imparten en muchas instituciones y que obligan a los
alumnos, a los niños a seguir, observamos que se limitan a
concentrarse en el predominio de las inteligencias lingüística y
matemática dando mínima importancia a las otras posibilidades del
conocimiento. Razón por la cual muchos alumnos que no se destacan en
el dominio de las inteligencias académicas tradicionales, no tienen
reconocimiento y se diluye así su aporte al ámbito cultural y social, y
algunos llegan a pensar que son unos fracasados, cuando en realidad
se están suprimiendo sus talentos.
Por lo anterior descrito, sabemos entonces que no existe una
inteligencia general que crezca o se estanque, sino un elenco múltiple
de aspectos de la inteligencia, algunos mucho más sensibles que otros
a la modificación de estímulos adecuados.
En la actualidad se habla del desarrollo integral del niño,
es decir que incluya todos los aspectos del desarrollo (físico,
sexual, cognitivo, social, moral, lenguaje, emocional, etc.), en esto
se basa la teoría del Desarrollo de las Inteligencias Múltiples.
Existen dos tipos de experiencias extremas claves en el
desarrollo de las inteligencias que es importante tomar en cuenta, las
experiencias cristalizantes y las experiencias paralizantes. Las
primeras, las experiencias cristalizantes, son hitos en la historia
personal, claves para el desarrollo del talento y de las habilidades
en las personas. A menudo estos hechos se producen en la temprana
infancia. Estas experiencias son las que encienden la chispa de una
inteligencia e inician su desarrollo hacia la madurez.
Por otro lado las experiencias paralizantes existen como
contrapartida de las anteriores, se refieren a aquellas experiencias
que bloquean el desarrollo de una inteligencia, están llenas de
emociones negativas, capaces de frenar el normal desarrollo de las
inteligencias. Sensaciones de miedo, vergüenza, culpa, odio, impiden
crecer intelectualmente. Es probable así, que luego de esta
experiencia un niño decida no acercarse más a un instrumento musical o
no dibujar más porque ya decidió que “no sabe hacerlo”.
La Teoría de las Inteligencias Múltiples ha impactado a
aquellos que están envueltos de una forma u otra en el proceso
enseñanza-aprendizaje. En muchas ciudades de los Estados Unidos, en
Puerto Rico, Filipinas, Singapur, así como en Europa, han surgido
escuelas en donde se llevan a cabo actividades encaminadas a
desarrollar las distintas inteligencias que el individuo posee.
Ya se habla de “Escuelas de Inteligencias Múltiples”, donde
los estudiantes aprenden y se fortalecen intelectualmente a través de
un currículo que en vez de enfatizar la enseñanza a través de las
inteligencias, las escuelas enfatizan la enseñanza “para” la
inteligencia. Los alumnos son motivados para que puedan lograr las
metas que se han propuesto alcanzar.
Los docentes desarrollan estrategias didácticas que toman en
cuenta las diferentes posibilidades de adquisición del conocimiento
que tiene el niño. Si éste no comprende a través de la inteligencia
que se elige para informarle, consideran que existen por lo menos
siete diferentes caminos más para intentarlo.
Los padres tienen participación activa en la planificación de
actividades que ayudan a enriquecer el currículo y asisten a
reuniones donde se discute el progreso de sus hijos, además en casa
estimulan, comprenden y alientan a sus hijos en el desarrollo de sus
capacidades.
Se abre así a partir de esta Teoría de las Inteligencias Múltiples una ruptura con viejos paradigmas de la enseñanza.
viernes, 15 de marzo de 2013
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